Baltasar Gracian es un Español que ha logrado imponerse en el mundo del management con 400 años de retraso.
En Estados Unidos el libro original de 1647 llegó a estar en la lista de libros más vendido del New York Times al ser reeditado en los 90 con portada de libro de management o de consejos para ejecutivos.
Resumimos algunos de las premisas de Gracián de absoluta modernidad y aplicación inmediata a la gestión de marca personal: conseguir y conservar la reputación.
Baltasar Gracián ha resultado ser un superventas en Japón, convirtiéndose en el libro de cabecera de los directivos del país del sol naciente.
Resumimos algunas de sus más acidas recomendaciones aplicables a Marca Personal:
• Evitar las victorias sobre el jefe.
•Toda derrota es odiosa, y si es sobre el jefe o es necia o es fatal. Siempre fue odiada la superioridad, y más por los superiores. Será fácil hallar quien quiera ceder en éxito y en carácter, pero no en inteligencia, y mucho menos un superior. A los jefes les gusta ser ayudados, pero no excedidos.
• Tener inteligencias auxiliares.
•Es una gran suerte de los poderosos acompañarse de hombres de gran entendimiento que les saquen de todos los problemas causados por la ignorancia y que incluso peleen por ellos las luchas más difíciles. El que no pudiera alcanzar a tener la sabiduría en servidumbre, que la alcance en la amistad.
•Contar con buenos colaboradores.
•Algunos quieren que su extremada perspicacia dominen sobre las limitaciones de los colaboradores. Es una peligrosa satisfacción que merece un castigo fatal.
•Preferir las ocupaciones de reconocido prestigio.
•Hay empleos expuestos a la aclamación general, y hay otros, aunque más importantes, absolutamente invisibles.
•Saber negar.
•No se debe conceder todo, ni a todos. Tanto importa saber negar como saber conceder y pelos que mandan es una prudencia necesaria. Y aquí interviene la forma: más se estima el no de algunos que el si de otros, porque un no dorado satisface más que un si a secas. Es mejor que queden siempre algunos restos de esperanza para que templen lo amargo de la negativa.
•Saber adaptarse a todos.
•Es el gran arte de ganar a todos, porque la semejanza atrae la simpatía. Observar los caracteres y ajustarse al de cada uno. Al serio y al jovial seguirles la corriente, transformándose cortésmente. Es necesario para los que dependen de otros. Esta gran destreza para vivir necesita una gran capacidad.
•Conseguir y conservar la reputación.
• Es el usufructo de la fama. Cuesta mucho porque nace de las eminencias, más raras cuanto son comunes las medianías. Una vez conseguida, se conserva con facilidad. Obliga mucho y obra más. Es un tipo de majestad cuando llega a ser veneración, por la sublimidad de su origen y de su ámbito. Aunque la reputación en sí misma siempre se ha valorado
Edición en papel recomendada:
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Esperamos que te haya gustado " Libros: Gracián y la prudencia , tratado de marca personal en 1647 ".
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