¿Nunca te has preguntado cómo es posible que un joven granjero de un planeta remoto ascienda a la cúspide de una selecta organización guerrera como son los Caballeros Jedi?
Más allá de la proporción de midiclorianos en tu organismo (para los no aficionados a la saga Star Wars, son los indicadores de la cantidad de «fuerza» que cada uno tiene en su interior), la única explicación para el rápido ascenso de Luke Skywalker es que se gana rápidamente la enemistad del mayor de los malvados: Darth Vader.
Si Luke hubiera optado por no recoger el guante del enfrentamiento de Lord Vader, no hubiéramos tenido tres películas y tres precuelas (y lo que queda por venir…). Y nuestra adolescencia no hubiera sido la misma.
Por tanto los críticos, los villanos, los malvados, los «archienemigos», no son necesariamente una mala idea al hablar de marca personal.
Sin malvados no tendríamos héroes
David no hubiera llegado a ser rey sin Goliat. Sin el Joker, Batman no sería lo mismo. Sin Lord Voldemort, Harry Potter no tendría objetivo vital. Sin Scar, el joven Simba no podría completar la venganza shakesperiana de «El Rey León». Y así, con tantos y tantos malvados que han hecho buenos, y conocidos, a muchos héroes de la ficción en la literatura, el cine o los cómics.
Con todo esto, no estamos diciendo que haya buscarse o crearse enemigos; todo lo contrario, enseguida verás que el consejo es justamente el opuesto. Pero si estos aparecen – y dar un paso público es el camino seguro a que tarde o temprano lo hagan- conviene tener clara una buena «política de gestión de enemigos». Que no pasa necesariamente por un duelo con espadas láser.
Y todo esto, ¿qué tiene que ver con mi marca personal?.
Emprender un proceso de construcción de marca personal elevará tu visibilidad. Y no necesariamente todo será para bien.
La construcción de marca personal es un deporte «de contacto». Esto quiere decir que no es una actuación ante un público entregado, sino una gestión de tus propias actividades públicas orientadas a cambiar cómo te diriges a los otros, o qué les das, pero sobre todo a cambiar lo que otros escuchan o perciben sobre un tema o temas que has elegido.
Dicho de otro modo, una marca personal supone cambio, roce y, por tanto, generará resistencias.
Estas resistencias podrán convertirse en críticas o, incluso, en declaraciones abiertas de hostilidad. Gestionarlas con inteligencia es lo que diferencia a una persona pública de una persona con marca personal.
Mi marca personal y sus enemigos
Tengamos esto claro antes de que la mejora en nuestra capacidad de comunicación aumente nuestra exposición pública: no podemos caer bien a todo el mundo todo el tiempo.
Y sin embargo la literatura de autoayuda está plagada de títulos para «caer bien», «influir», o convencer a los demás de nuestras virtudes. La búsqueda del termino «cómo caerle bien a la gente» arroja casi dieciséis millones de respuestas en Google.
El psicologo Bernabé Tierno va aun más lejos y asegura que las raíces de este problema están en nuestra adolescencia: «el querer agradar a todo el mundo es un problema típico de la edad, que puede llevar a los adolescentes a perder la propia identidad, y a dejar de ser dueños de sus propias decisiones».
Quizás la idea errónea sea pensar que nuestra marca es una especie de fama positiva que nos protege del ataque o nos convierte, por arte de magia, en los chicos más queridos del barrio.
Tienes que partir de la premisa de que construir tu marca personal te va a posicionar, y ese posicionamiento tendrá grandes ventajas para tus objetivos, pero te abrirá nuevos retos. Entre otros , el aprender que tendrás personas a las que no les guste tu marca.
Consejo Elocuent: El movimiento positivo genera rozamiento, resistencia y ruido. Asúmelo.
Ladran, luego cabalgamos
Si estuviéramos quietos, sin llamar la atención, no conseguiríamos amigos, pero tampoco enemigos. Está claro que dar un paso adelante y empezar a tener mayor exposición pública suponer un riesgo. Este riesgo es el de que otros opinen, y nace de nuestro movimiento, de nuestra actividad (y por cierto, incluso la actividad pacífica puede generar enemigos: la resistencia pasiva de Gandhi le llevó varias veces a la cárcel).
Por tanto, si empezamos a recibir criticas, debemos asumir que algo está moviendo. La critica, incluso el desprecio de algunos, puede ser una buena señal. Cabalgamos.
Consejo Elocuent: Si estás moviendo tu marca nacerán criticas. Buena señal.
Don’t take it personally
Si asumes desde el primer momento que las criticas y resistencias van dirigidas a tu movimiento, es decir a tu mensaje y no a tu persona, lograrás dos victorias. La primera es que no te sentirás ofendido por los que se oponen a tu mensaje. La segunda es que tendrás conciencia de estar haciendo «algo» que merece la pena.
Así que lo mejor que puedes hacer es mantener estos conflictos alejados de tu espectro más íntimo. Porque no tienen nada que ver con él.
Consejo Elocuent: No te lo tomes personalmente, solo es una cuestión de imagen (Don’t take it personally, it’s only branding).
Nosotros, Vosotros… y Ellos
La construcción de una marca personal pasa por identificar claramente quienes son «los nuestros». Es decir, aquellos a los que va a dirigirse nuestra marca, con nuestros mensajes y nuestras acciones. Es importante entender que en un mundo lleno de tribus como las que describe Seth Godin, la pertenencia a una puede llevar incorporada, automáticamente, el rechazo de otras.
A la hora de elegir quienes van a ser los seguidores de tu marca personal, debes tener en cuenta que si son grupos que ya existían, tendrás que lidiar con las filias y fobias que ese grupo despierta… y que ese grupo siente hacia otros.
La buena noticia es que lo mismo que nacen enemigos pueden aparecer aliados. Luke Skywalker pronto aprendió que los Jedi (los pocos que quedaban) podían convertirse en una red de apoyo en toda la galaxia, y también pueden aparecer mentores como en el caso de Skywalker fueron Obi-Wan-Kenobi o Yoda.
Consejo Elocuent: Concéntrate en tu tribu. Si las criticas proceden de otros grupos puedes estar en el buen camino. Si provienen de tu grupo, aprende de las críticas. Con los enemigos vendrán nuevos amigos.
Los cambios duelen
En ocasiones percibirás que existen resistencias o críticas dentro de algunos de esos grupos o personas que has definido como claves para tu marca personal o para tu mensaje. Incluso aquellos a los que diriges tu marca pueden percibir el cambio como un problema. Si has optado por una marca personal que trata de cambiar las cosas, deberás asumir criticas.
Trata de identificar si la resistencia o las críticas provienen de tu manera de contar las cosas o si son verdadera resistencia al cambio. Puede ser que se trate tan solo de un problema del «cómo», es decir, que no estás construyendo tu mensaje (DIGO) de forma adecuada para tu audiencia.
Si por el contrario descubres que el grupo o personas de tus grupos clave no están alineados con lo que deseas, es el momento de revisar tus objetivos. Pero si tras esta revisión estás convencido de que deben hacerse, entonces debes revisar tus públicos objetivo.
Consejo Elocuent: Incluso a tu grupo puede dolerle el cambio que hayas elegido como eje de tu marca o tu mensaje.
Mejor una vez verde que ciento colorado
El origen de la critica puede estar en la propia visibilidad.
Es posible que gente que siempre se ha mostrado amable contigo, de repente empiecen a sentir vergüenza, o incluso volverse críticas, hacia tu actividad pública. Tendrás que asumir que una parte de esas criticas serán el efecto de la envidia (sana o no) de personas que no han dado el paso de empezar a gestionar su imagen o su mensaje.
La envidia es algo innato al ser humano, y perfectamente natural. Trata de encauzarlas sin conflictos, por si su origen estuviera simplemente en una sensación de haber sido excluídos del movimiento. Si no es así, o si amenaza con crecer hasta convertirse en hostilidad abierta, entonces escúchala y tenla en cuenta por si puedes aprender algo de ella… pero ignórala.
Incluso es posible que esas actitudes tengan su origen en el miedo. Cuando lo detectes, incorpora a tu mensaje elementos que permitan eliminarlo, pero asume que siempre habrá gente que no te seguirá a donde quieres ir.
A Luke sus dos androides (especialmente C3PO) no quisieron seguirle en algunos de los conflictos donde se metía. Porque a veces el sentido común está en contra del cambio.
Consejo Elocuent: Trata de distinguir la envidia, o el miedo, de la verdadera hostilidad.
Cuando peores sean ellos, mejor serás tú
La ventaja de los enemigos es que suponen una definición de signo inverso hacia quienes luchan. Por tanto, si has de tener enemigos, procura tenerlos entre «los malos». Piensa que la critica, si proviene de alguien que no tiene credibilidad o que está muy señalada por sus malas acciones o planteamientos, puede tener el efecto inverso de mejorar tu propia imagen. Imagina ser criticado por un criminal.
Consejo Elocuent : De ser posible, limita tus archienemigos a «los malos».
El «efecto espejo»
El griego Aristófanes ya decía que «los hombres sabios aprenden mucho de sus enemigos». Tener enemigos, o referencias negativas, permite observar cómo se conducen, qué dicen y qué hacen. No podríamos tener mejor ejemplo sobre cómo no se deben hacer las cosas.
Aprender de un ejemplo negativo es una forma de trazar lineas rojas que nosotros no debemos cruzar jamás.
Consejo Elocuent: Ten siempre referencias negativas. Aprenderás cómo «no hacerlo».
El tamaño percibido, o eres tan grande como tu enemigo
Si quien ataca tu marca personal es grande , otros percibirán que tú también lo eres. No es recomendable buscar choques con otras personas, aunque autores como Risto Mejide (el malvado nacional por excelencia en España) haya incluso bautizado las «#Annoyomics» en su libro como «el arte de molestar para ganar dinero».
Lo que sí esta claro es que en un conflicto entre dos personas, o dos marcas, se produce un curioso efecto ecualizador. Para quien asiste a este conflicto desde la barrera se tiende a igualar la importancia de los contendientes. No olvides que, una vez tu marca personal esté en marcha y con éxito, puede que te conviertas en el reto de provocación para otras marcas.
Pero la «gestión de enemigos» debe tener un componente de cautela, porque como decía Borges, hay que tener mucho cuidado al elegir a los enemigos, ya que uno termina pareciéndose a ellos.
Consejo Elocuent: No hay enemigo pequeño ni conflicto grande para defender lo que piensas, y decirlo.
Tu arma es tu palabra
No debemos confundir el tamaño con la razón. Si por la causa que sea tu marca y su mensaje entran en conflicto con otra deberás defender tu posición. De forma educada y razonable, pero sin evitar el enfrentamiento a cualquier precio. Porque si tus ideas, tu mensaje, tu marca merecen la pena, deberás ser capaz de defenderlas.
Y tu mayor arma serán tus palabras y la coherencia de tus acciones. Un conflicto, aunque no lo hayas buscado tú, será una buena oportunidad para aprender de tu propia coherencia y de la fuerza de tus argumentos.
No olvides el respeto a la hora de defender una idea o un mensaje opuestos a los tuyos; incluso si vienen acompañados de insultos personales. Había una frase muy usada en la época de nuestros padres: «No me pondré a su altura». Y Sir Francis Bacon lo dijo muy claro: «Vengándose, uno se iguala a su enemigo; perdonándolo, se muestra superior a él.»
Si al termino de un encontronazo, puedes mirar para atrás y saber que has sido consistente con lo que piensas y dices, has respetado a los otros y sus ideas o mensajes, y has aprendido o mejorado algo, da igual el resultado percibido por otros: porque tú habrás vencido.
Consejo Elocuent: Defiende tu palabra: siempre hay un ser humano al otro lado. Trátalo con dignidad.
En resumen podemos hacer un decálogo de Consejos Elocuent que el propio Luke Skywalker aplica a su marca personal:
- El movimiento positivo genera rozamiento, resistencia y ruido. Asúmelo.
- Si estás moviendo tu marca nacerán criticas. Buena señal.
- No te lo tomes personalmente, solo es una cuestión de imagen (Don’t take it personally, it’s only branding).
- Concéntrate en tu tribu. Si las criticas proceden de otros grupos puedes estar en el buen camino. Si proviene de tu grupo, aprende de las críticas. Con los enemigos vendrán nuevos amigos.
- Incluso a tu grupo puede dolerle el cambio que hayas elegido como eje tu marca o tu mensaje.
- Trata de distinguir la envidia, o el miedo, de la verdadera hostilidad.
- De ser posible, ten solo archienemigos de «los malos».
- Ten siempre referencias negativas. Aprenderás cómo «no hacerlo».
- No hay enemigo pequeño ni conflicto grande para defender lo que piensas, y decirlo.
- Siempre hay un ser humano al otro lado. Trátalo con dignidad.
Esperamos que te haya gustado " Aprendiendo de Luke Skywalker: por qué es buena idea tener enemigos poderosos para tu marca personal ".
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