Solo hay una verdad. Todos nos caeremos en alguna ocasión. Pero no todos sabremos levantarnos.
Tomemos el caso de Monica Lewinski, entonces becaría de la Casa Blanca y «algo más», que sufrió en 1998 lo que ella misma llama «el caso cero de la perdida global e instantánea de la reputación global».
En una reciente charla en TED la famosa Mónica repasa «el precio de la vergüenza».
Una buena reflexión teniendo en cuenta que lo que le sucedió a Mónica en 1998 requería televisiones globales y estar cerca de un presidente. Pero esta exposición mundial ahora puede suceder a cualquiera en cuestión de segundos gracias a las redes sociales. ¿soportarías el ver tu vida intima expuesta en todos sitios para siempre?
¿Cómo resolver una situación de exposición pública?
Al igual que Monica Lewinski tras muchos años, lo mejor es dar la cara y afrontar lo que te sucede con elegancia.
En otra escala tenemos un reciente ejemplo una joven desconocida que en un partido de Cricket sufrió una caída. En condiciones normales, reaccionando con vergüenza y «haciéndose pequeña», la situación podría haberle supuesto la humillación en televisiones de todo el mundo. Pero al contrario, sonriendo y con elegancia,logró convertirse en ejemplo de saber reaccionar en las mismas TV’s que hubieran reproducido la misma caída. Se hizo grande.
Tú eliges: meterte bajo la alfombra, o hacerte grande a partir de los problemas que te surjan.
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