
He visto descrito en muchos sitios como un “curriculum” el texto que mandó Leonardo da Vinci a Ludovico Esforza, el poderoso señor de Milán. Personalmente no creo que Leonardo escribiera un curriculum. Lo que el prodigioso creador mandó es en realidad todo un business plan en una hoja. Sostengo y pienso demostrar que si Leonardo hubiera cambiado algunos términos por los que ahora abundan en el mundillo emprendedor, estaría rondando por los eventos de emprendedores levantando capital con facilidad.
Voy a abusar, adrede, de la terminología de emprendedores y especialmente en inglés para demostrar que estos “modernos términos” eran ya empleados por un florentino del siglo XV. Todo un genio del emprendimiento.
1. Un emprendedor llamado Leonardo da Vinci
Al analizar el documento original de puño y letra de Leonardo -por cierto uno de los pocos de sus textos escrito de izquierda a derecha, como es lógico si quería que le entendieran- creo que estamos ante una gran misiva comercial, un executive summary (resumen ejecutivo) digno del mejor emprendedor en busca de seed capital (capital semilla). Probablemente el mejor Elevator Pitch (charla que vende un proyecto a un inversor en el tiempo que tarda en subir un ascensor) de un proyecto en busca de un Business Angel (Inversor). Quizás el mejor jamás lanzado.
La diferencia entre este documento y un curriculum es sutil pero importante. Mientras que un curriculum vitae describe a una persona y sus capacidades en busca de un empleo, lo que Leonardo hace es más parecido a un emprendedor aplicando el modelo “Lean Startup” y en busca de un socio que le acompañe en el modelo “crear-medir-aprender”.