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Un buen orador, ¿nace o se entrena?

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Todos nos hemos visto en la situación de tener que hablar en público en algún momento de nuestra vida, ya sea por motivos personales o profesionales, y para muchos la reacción suele ser la misma: sudores fríos, miedo a hacer el ridículo, taquicardias y un deseo irracional de querer huir del país. Es lo que los expertos llaman glosofobia, o dicho de otra forma, sensación de ansiedad y nerviosismo al tener que hablar ante una audiencia. Una “patología” que afecta al 75% de la población española, según un estudio recientemente publicado por Adecco Profesional.

En Elocuent pensamos que este problema del “miedo a hablar en público”, en realidad, tiene más que ver con la falta de conocimiento y entrenamiento que con las propias capacidades personales. Imaginemos que nos pusieran de golpe en la línea de salida de la Maratón de los Juegos Olímpicos. Sentiríamos exactamente lo mismo que muchos describen como “miedo escénico. Atenazados por el miedo, el desconocimiento y la presión de la multitud ante la que nos presentamos vestidos de pantalón corto, no lograriamos ni recorrer los primeros metros. Pero sin embargo, un sencillo conocimiento de las técnicas y un pland e entrenamiento han permitido a muchas personas correr maratones en pocos meses.

El informe Adecco es claro: comunicar es beneficioso para empresa y profesional

Como señala Adecco en su informe: “Uno de los aspectos clave en el triunfo de un buen negocio es que los empleados sean buenos comunicadores. La oratoria es una herramienta clave para la negociación con los competidores, con los  proveedores y hasta con los propios empleados de la empresa, así como para la persuasión de posibles  clientes. Por eso el secreto del éxito de una empresa está en que todos los empleados sepan conectar con el público para transmitir confianza”.

Pero lo más importante, desde el  punto de vista empresarial, hay un déficit en la  formación de los titulados en aspectos clave, pero  también en habilidades como la comunicación que a medio plazo van a definir el éxito profesional de un recién titulado, según datos del Observatorio de Innovación en el Empleo (OIE). (Puedes ver una copia completa del estudio al final de este artículo)

No solo eso, todos los estudios señalan que los profesionales y sobre todo los directivos que comunican bien tienen más éxito.

El orador nace…. o se entrena

La oratoria es un cruce de arte con deporte de élite. Y como cualquiera de estas disciplinas, se debe aprender y practicar para poder dominarla, ya que son pocos los afortunados que nacen con el don de la palabra. De hecho, los expertos sostienen que los discursos que resultan un éxito se debe en un 90% al método mientras que solo un 10% es innato.

El colegio es el lugar donde aprendemos a leer y a escribir pero a diferencia de lo que ocurre en muchos países avanzados no nos enseñan a hablar, a debatir, a expresar nuestra ideas y a rebatir las del resto. Aunque se está empezando a instaurar la comunicación en los estudios, en muchas escuelas de negocio, por ejemplo, no se forma a los directivos para ser portavoces de sus empresas. Una carencia que arrastramos hasta llegar a la edad adulta y que no podemos remediar a no ser que nos pongamos en manos de un buen experto en comunicación para lograr en poco tiempo ser independientes con nestra propia comunicación.

¿Se puede aprender a hablar bien en público?

La respuesta es que sí. Como en cualquier deporte o actividad basta conocer las técnicas y practicar.

A través del conocimiento y el dominio de las técnicas de la oratoria cualquiera puede llegar a ser un buen orador, incluso aquellos que piensan que no han nacido con dotes para la comunicación. En Elocuent ya contamos la increíble historia de un grupo de presos que consiguió ganar al equipo de debate de la Universidad de Harvard. Si quieres saber cómo lo consiguieron pincha aquí.

A continuación te detallamos algunas de las técnicas que puedes seguir para llegar a ser un buen comunicador:

  1. Elegir bien lo que se dice y cómo se dice. Es fundamental tener claro lo que vamos a contar a nuestra audiencia, estructurar nuestra presentación y contarla como una historia para que sea más atractiva.
  2. Conocer a tu audiencia. Es importante saber a qué tipo de personas nos vamos a dirigir y adaptar el mensaje según el tipo de público que esté presente en la sala.
  3. Empezar con una anécdota o una pregunta para captar la atención del público desde el principio.
  4. Introducir silencios, bien para enfatizar algo importante o para hacer reflexionar a la audiencia.
  5. Escoger un buen final. Puedes acabar con la misma frase que usaste al principio o con una cita.
  6. Preparar el discurso. Es necesario preparar la presentación para ganar en seguridad, decirla en voz alta e incluso delante de un espejo. Recuerda que la mejor improvisación es la que está preparada.

Estas son solo algunas de las más evidentes, pero los buenos oradores aprenden otras muchas, generalmente asesorados por expertos.

Y desde luego en Elocuent estamos para ayudarte en una presentación que tengas un poco atascada, acompañándote en tus retos a largo plazo como orador o para construir tu imagen pública. ¿Hablamos?

¿Qué buscan lo reclutadores? ¿Qué ofrecen los candidatos?

Ahora puedes ver el informe completo de Adecco en el que entre otras cosas se destaca la importancia de la comunicación en la búsqueda de empleo y entre las capacidades esperadas por los reclutadores:

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